Los Nukak-Makú de la familia Makú a la cual pertenecen otros tres grupos del noroccidente de la selva Amazónica: los Bará-Yujúp, los Nédób y los Up, de (Ardila 1991: 172) habitan el sudeste de Colombia y el noroeste del Brasil (Correa-1987:123). Es el último grupo indígena en Colombia que ha entrado en contacto con nuestra cultura (Politis 1992:11), y ha sido estudiado por Dolmatoff en 1967, Correa 1987, Chávez y Reina en 1988, Politis 1991 entre otros.
Los Makú habitan sólo en campamentos estacionales, luchan arduamente por no sedentarizarse ni jerarquizarse, son los grandes conocedores de la selva y posiblemente sus más antiguos habitantes. Han acumulado conocimientos científicos especialmente zoológicos y botánicos, que con alguna frecuencia las sociedades hortícolas no poseen.
La vivienda de los Nukak-Makú es una vivienda pasajera, vivienda de paso, usada por pocos días, y luego abandonada, vivienda de nómadas (por un período de tiempo suficiente para que la selva vuelva a cubrirla y tupirla de nuevo de frutos que esperan su regreso en los interminables ciclos de su nomadismo y construir allí o cerca, otra vivienda que les garantice un hábitat rico en flora y fauna silvestre que es la base de su subsistencia). Aunque dan la apariencia de ser errantes, los Nukak-Makú son un grupo indígena que en forma organizada van recorriendo un extenso territorio donde periódicamente vuelven a los mismos sitios donde antiguamente tuvieron sus moradas.
Construyen sus viviendas cercanas a arroyos donde toman el agua para beber, comer o bañarse. Los Nukak-Makú como nómadas recorren en forma ordenada su selva, por picas (caminos) ancestrales, que en forma juiciosa van recorriendo y a medida que avanzan van llenando los espacios habitacionales, por ellos esperados, como una espiral que repiten en forma indefinida y metódica.
Grupos pequeños, conformados por un jefe, un hombre joven, y unas tres o cuatro familias más, formando clanes de más o menos 20 personas, cada una de las familias construye su propia vivienda, en ella moran grupos familiares con sus hijos o adoptivos que son niños que han perdido a sus padres, durmiendo en hamacas por ellos mismos tejidas con fibras vegetales, sus hijos se tienden en el suelo cerca de las hogueras y sobre hojas de platanillo, los adolescentes cuelgan sus hamacas debajo de la de sus padres o en forma independiente si tienen ya su pareja.
EL DÍA JUEVES 27 DE ENERO DEL 2011 NOS ENTERAMOS QUE HABÍA UN GRUPO APROXIMADAMENTE DE 30 NUKAK MAKU EN LA VEREDA SANTA HELENA LOS CUALES VENÍAN DE LOS LADOS DE LA PANGUANA Y CAÑO PAVAS, EN DONDE DIFERENTES ENTIDADES NOS PUSIMOS DE ACUERDO PARA VERIFICAR LAS CONDICIONES EN QUE SE ENCONTRABAN.
Una de las entidades que estuvo presente fue la secretaria general de la alcaldía municipal, con la presencia de la doctora Judit Izquierdo que llevo un mercado para repartir a los idígenas.
Además se trajo una señora con un bebe la cual estaba muy enfermo lo cual apenas llego al hospital del retorno lo remitieron para el hospital de san José del Guaviare.
Otra de las instituciones que estuvo fue el hospital las cuales iba un doctor y una asistente técnica para hacerles un chequeo médico y llevaron droga para así mismo recetarles.
Además fuimos con un psicólogo de bienestar familiar en donde estuvimos hablando con ellos y recreándolos.
La coordinadora de bienestar familiar nos dio leches y galletas para llevarles y repartirles ya que son niños muy desnutridos.
Les preguntábamos que comían y decían que comían de toda clase de alimentos yuca, plátano, pepas, arroz y micos los cuales los mataban, los arreglaban y los asaban para comer.
Ellos mantienen andando el departamento del Guaviare de municipio en municipio y dicen que no les gusta mantener en un solo sitio, hacen manillas y canastos de palma y duermen en hamacas que les regalan, los pequeños son muy activos, apenas llega uno están a la expectativa de que les traen, las madres son muy cuidadosas con sus niños, los hombres son los que van a casería y a buscar alimento y les gusta hacer manillas de fique para venderlas.
En conclusión los NUKAK MAKU Son quizá los seres humanos más auténticos y bellos de que se tenga noticia, y al tiempo uno de los últimos grupos nómadas en la tierra; por siglos han caminado las selvas colombianas, en armonía con la naturaleza y otros grupos indígenas de la región; derivan su sustento de la caza, la pesca, y la recolección de frutos; viven en grupos pequeños, y se establecen por temporadas cortas en campamentos construidos con hojas de platanillo, los cuales abandonan -al agotarse los recursos del área- para continuar su camino por senderos indescifrables. Habitan las selvas comprendidas del Guaviare.
Son una de las mayores riquezas culturales en un país que ha tomado por vicios olvidar su pasado y no reconocer su diversidad; hoy están al acecho de grandes peligros: la colonización de las selvas del Guaviare por colonos en búsqueda de la bonanza de la Coca, las enfermedades traídas por estos que han causado estragos en su población, y el desconocimiento de su cultura y belleza.